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LA PERSONA DEL TERAPEUTA.


¿Cuáles son los rasgos que mejor me describen como orientador?

Empatía:                                                                                                                                                  

Es la columna vertebral de mi quehacer, me permite comprender y visualizarme en la situación de otra persona lo suficiente, como para poder comprenderlo y ayudarlo a encontrar una solución, incluso si no describen sus pensamientos o sentimientos explícitamente.

Buen Oyente:                                                                                                                                           

La información personal revelada en la terapia a menudo llega lentamente y con esfuerzo, por lo que se debe tener mucho cuidado para comprender todas las formas de comunicación, para ayudar a determinar un curso de intervención adecuada, no solo a lo que dice el consultante, sino también al sutil lenguaje corporal del consultante.


Disposición Para Establecer Una Alianza Terapéutica Con Usted:                 
Creo en el proceso terapéutico; me importa desarrollar el proceso terapéutico basado en objetivos. Estoy determinado a trabajar con el consultante, a fin de establecer objetivos en los que ambos estemos de acuerdo.

Me enfoco en los demás, no en mí mismo.                                                                             

Respeto el ser consciente, su género, raza, etnia, orientación sexual, religión y antecedentes culturales.

Capacidad para orientarle a descubrir una explicación de lo que está experimentando y cómo puede adaptar esta explicación a medida que cambian las circunstancias en el proceso.

La explicación que el consultante pueda comprender, es basada en la propia experiencia y sentido de quién es él y/o su sistema familiar.

Compromiso de desarrollar un plan de tratamiento consistente y aceptable.

Después de orientar al consultante a descubrir una explicación de lo que está experimentando, compartiré el proceso terapéutico a desarrollar; no debe sentirse inseguro sobre el proceso terapéutico, siempre y cuando, él conozca cuál es el plan a seguir. El consultante debe estar seguro de que su terapeuta tiene el control, no de él y/o de su sistema familiar, sino del proceso de la terapia, de este modo, será más probable que podamos progresar.

Flexibilidad para adaptar el tratamiento terapéutico a las características particulares de la persona o el sistema familiar.

No sigo un cronograma rígido de tratamiento, como en un enfoque de "talla única", sino que me encauzo en lo específico sobre lo que funciona y lo que no funciona para el consultante y/o su sistema familiar. Adapto el proceso terapéutico a las características particulares.

Orientador en aprendizaje permanente:

Me mantengo al tanto de los últimos avances en terapia, particularmente en sus áreas de especialización.

¿Qué limitación suya considera que perciben fácilmente los otros?

Ocasionalmente suelo trabajar con adolescentes que no están dispuestos a abrirse por completo al dialogo; esa vacilación podría provenir de la timidez, la vergüenza, la culpa o el escepticismo personal sobre la orientación. Además, algunos adolescentes cuyos padres o acudientes los obligaron a buscar ayuda profesional, podrían estar mostrando rebeldía. En cualquier caso, sin suficiente información, sin suficiente diálogo, sin disposición puede ser difícil abordar ciertas situaciones y construir un proceso.


¿Qué cree es lo que más les agrada a los consultantes de usted cómo orientador?

En ocasiones, los consultantes saben que no están cómodos con la situación que experimentan, que algo les aqueja, pero no lo logran identificar con claridad que es. Otros saben con claridad que es, pero les cuesta expresarlo por timidez, vergüenza, culpa o el escepticismo personal sobre la orientación.

A través de preguntas fáciles, puntuales, reflexivas e intencionadas nos permitimos a ampliar la perspectiva. Luego recreamos juntos un "mapa mental” con una gran variedad de opciones para guiarlo a tomar las mejores decisiones respecto a la situación que actualmente lo afectan negativamente.

Unas de las preguntas que suelo hacer son:

¿Qué te trae por aquí hoy? La intención de esta pregunta es ayudar al consultante a tratar de describir el motivo de la consulta y su estado de ánimo, al mismo tiempo, que me permite intuir hacia dónde dirigir la siguiente pregunta.

¿Cómo te hace sentir este problema? La mayoría experimentamos situaciones complejas que debemos superar, depende en gran medida del estado de ánimo, correctos o incorrectos, buenos o malos. Los estados de ánimo van y vienen como el clima, algunos de nosotros estamos más malhumorados que otros o captamos el estado de ánimo de otra persona como un resfriado. Cada situación que experimentamos tiene trascendencias de hacernos sentir de una forma u otra. Entonces, ¿cómo te hace sentir este problema? ¿Te sientes triste, enojado, sin esperanza?

¿Cuál crees que es el problema, desde tu punto de vista? “Todos los consultantes tienen una perspectiva diferente sobre cuál es el problema y quién o cuál es la solución, la intención de esta pregunta es ayudar al consultante a definir el problema, ¿Cuál/les es/son la/las personas difíciles que están causando el problema? ¿Qué o Quién originó el problema?  

Si tuvieses una varita mágica, con solo agitarla solucionarías tu problema ¿qué cambios positivos harías en tu vida? La intención de esta pregunta es ayudar al consultante a enfocarse en su desarrollo personal, si podemos encontrar formas de mejorar como persona, tal vez podamos encontrar formas de reducir o incluso eliminar el problema en gran medida.

¿Cuál es la frase que mejor describe su estilo terapéutico?

Soy un soñador que intento inspirar positivamente la vida de otros


¿Qué clase de consultantes serían demasiado diferentes como para que usted sienta que va a ser difícil ayudarlos?

Creo que sería difícil ayudar a alguien que no esté de acuerdo con que la diversidad implica el reconocimiento de la legitimidad del otro y la aceptación de la convivencia entre los que somos diferentes. Esto resignifica el sentido de las mayorías y las minorías en tanto que lo importante no es ya el número sino la legitimidad, el valor, la persona humana de cada identidad existente.

¿Qué rasgos admira en su terapeuta preferido?

Mi terapeuta preferida es Laura Victoria Zapata Giraldo, Profesional en trabajo social, Magíster en terapia familiar. El día 21 de mayo del presente año, le pregunté cuáles eran sus rasgos terapéuticos, entre los diferentes rasgos que la caracterizan como una gran profesional, me llamó la atención el humor terapéutico, que es el uso consciente y decidido del humor por parte del terapeuta con el fin de activar un cambio positivo en los comportamientos, sentimientos, pensamientos o incluso fisiología del consultante.

Según la Mg. Laura Victoria Zapata Giraldo, es importante revelar el ser personal en la terapia, esto le permite tener una conexión autentica entre terapeuta y consultante, a su vez, se genera un vínculo de confianza; para la Mg. Laura Victoria Zapata Giraldo, en el proceso terapéutico se requiere construir el factor confianza y este se basa en revelar la persona del ser: “Soy muy Laura, soy muy tranquila, soy muy espontanea, en mis secciones terapéuticas soy muy tendiente al humor porque también soy así, en mi vida cotidiana”. Estas mismas cualidades de su ser terapéutico se evidencian en cada clase, donde puede pasar el tiempo sin que este nos agote, al contrario, nos sentimos motivados a interactuar, preguntar, opinar, a seguir aprendiendo porque percibimos un vínculo de confianza de una gran profesional que logró impactar positivamente el aprendizaje cognitivo y afectivo de los estudiantes.

¿Cómo describe su estilo terapéutico?

Mi estilo terapéutico es de enfoque cognitivo conductual a corto plazo; estoy interesado en la conexión entre pensamientos y comportamientos. Oriento al consultante a reconocer y definir los comportamientos y patrones de pensamiento asociados con el problema. Enfatizo en abordar los síntomas y ayudar a los consultantes a encontrar formas de reponerse a esos síntomas,

Una vez, juntos encontramos la dificultad que está generando el problema, entones empezamos a analizarlo desde diferentes puntos de vista. A través de preguntas fáciles, puntuales, reflexivas e intencionadas nos permitimos ampliar la perspectiva, hasta debilitar las envolturas que con el tiempo hemos creado basados en nuestros paradigmas.

Una vez definidas las herramientas y estrategias para ayudar al consultante a responder de manera diferente al problema y a comportarse / pensar de manera alternativa, recreamos juntos un "mapa mental” con una gran variedad de opciones para guiarlo a tomar las mejores decisiones respecto a la situación que actualmente lo afectan negativamente. No cambio quiénes o qué son, no tiene ningún propósito infundir una alegría ficticia, tampoco dejar que un ser humano se vuelva adicto a su miseria. Oriento y permito decidir por sí mismos que funcionen bien…

Este estilo terapéutico es flexible, permitiendo que la experiencia del proceso terapéutico se adapte a las necesidades individuales y al estilo de cada consultante ayudándole a tomar el control de su vida y a reubicar sus experiencias como positivas.

¿Cómo ha sido el proceso de construcción de su estilo terapéutico?

En el desarrollo de mi formación personal y profesional he adquirido conceptos básicos que me han permitido estructurar mi estilo terapéutico.

Me he enfocado en aspectos que son observables, lo que se puede medir y tocar. El comportamiento o los patrones de comportamiento han sido el foco de mi investigación de la personalidad.

Creo que es justo lo que se necesito para ayudar a proporcionar una comprensión de causa y efecto de las diversas situaciones positivas o negativas que puede experimentar una persona y/o un sistema familiar"

¿Cómo asocia la persona del terapeuta con el cuidado de sí?

Muchas personas arrastran con un agotamiento mental, viven estresadas por el trabajo, nerviosos por la inestabilidad de sus finanzas, no duermen bien por las preocupaciones, comen apresurados porque siempre tiene afán, no comparten tiempo de calidad con su familia porque hay que trabajar; todo esto sucede, porque no han logrado encontrar el punto de equilibrio entre los factores físico, mental y espiritual. La suma de estas tres naturalezas es la plenitud de nuestra persona integral.

Debemos cuidar estas tres partes de nuestro cuerpo por igual. Podemos intentar quedarnos de rodillas orando las 24 horas del día, pero nuestra parte física no se sentirá bien. Podemos intentar hacer ejercicio físico las 24 horas del día, pero nuestra parte espiritual no dará lo mejor de sí. En ocasiones cuando nos sentimos físicamente cansados, en realidad es agotamiento mental. En ocasiones cuando sentimos cansancio mental, es falta de ejercitar nuestra espiritualidad, insisto, todo esto nos sucede cuando no logramos encontrar el punto de equilibrio entre los factores físico, mental y espiritual.

No podemos dormir poco en la noche y pretender estar bien despiertos durante el siguiente día. No podemos tener un estilo de vida sedentario y pretender que cuando el desafío nos exija, dar un alto rendimiento. No podemos tomar tres o dos pasillos de café al día y pretender no sentirnos ansiosos. No podemos ir contra las leyes de salud de Dios y pretender que Dios nos haga el milagro de disfrutar de una vida saludable.

La manera como asocio la persona del terapeuta, con el cuidado de mi mismo es practicando en mi estilo de vida ocho hábitos saludables que tienen efecto sobre mi salud integral, los cuales me permiten encontrar el punto de equilibrio entre los factores físico, mental y espiritual. La salud es un factor determinante para alcanzar el éxito profesional, por lo cual tenemos el desafío de adquirir y mantener hábitos que nos permitan desarrollar un estilo de vida saludable. Estos ocho hábitos saludables que practico de manera personal, los mencionaré brevemente a continuación.


Beber agua natural; sin esperar sentir sed:

El hábito de beber agua natural previene y disminuye enfermedades como obesidad, ataques al corazón, diabetes. El consumo adecuado de agua es de acuerdo al requerimiento mínimo de cada persona; depende de la dieta, ambiente y nivel de actividad de la persona.


Mi primera decisión del día es vivir con actitud positiva:

Es la elección determinante de asumir una actitud positiva frente a todas las situaciones que enfrentaré durante el día. Decido pensar en lo bueno y agradable de forma constructiva, objetiva y sana y expresarlo en las relaciones interpersonales.

Alimentación Saludable; comer para vivir y no vivir para comer:

Decido alimentarme de manera balanceada, integrando los diferentes grupos de alimentos, por medio de las correctas porciones y calorías, proteínas, vegetales, grasas saludables, verduras, frutas y cereales integrales. El consumo de alimentos saludables ayuda a prevenir enfermedades, ayuda a pensar de mejor manera y a tener energía necesaria para el día a día.

Realizar actividad física:

Me ayuda a sentirme bien, con un mejor estado de ánimo, fortalece mis músculos y huesos y disminuye el estrés. Mejora la memoria y concentración, entre otras cosas. Además, me ayuda a combatir y revertir enfermedades como la diabetes, el sobrepeso, la obesidad y a tener una mejor calidad de vida.

Descanso adecuado:

Parte de un descanso adecuado es tener un sueño reparador que nos permita la renovación del cuerpo y la mente. Además del sueño, el descanso adecuando incluye hacer pausas en las actividades diarias, las cuales nos ayuda a pensar de manera más precisa y clara, por ende, desempeñarnos mejor.

Autocontrol:

Es el ejercicio del dominio propio y la fuerza de voluntad para evitar lo nocivo y hacer uso correcto de lo beneficioso. Es necesario aprender a ejercer control sobre las decisiones y acciones del día a día, ya que estas formarán nuestros hábitos. Practicar el hábito del Autocontrol en los alimentos que consumimos, la administración de los recursos (tiempo y dinero), el cuidado del medio ambiente y para evitar cualquier tipo de adicciones.

Desayunar adecuadamente y cenar menos:

El desayuno nutritivo es mi prioridad en la mañana para lograr un mejor desarrollo y rendimiento integral del organismo durante el día y reducir la ingesta alimenticia de la cena.

Ser feliz:

Ser feliz, antes de ser una decisión, se obtiene del interior, de una relación plena con Dios y los demás. Aumenta las defensas del cuerpo, los actos de bondad y de servicio, liberan sustancias naturales en el organismo que reducen el estrés, la depresión, la ansiedad y mejoran el estado de ánimo.


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